viernes, 5 de marzo de 2010

¿Horizonte de Sucesos?



Un amigo me hizo notar que no entendía el por qué del título del blog. "¿Tiene que ver con los hechos, con lo que pasa? No lo entiendo"- me dijo-.

Y claro, fue difícil explicarle el título, mal que mal, es como preguntarle a un autor el porqué de su libro, o a un padre el por qué del nombre del hijo. Muchos bloggeros entenderán

que el nombre del blog es de gran importancia. Esto porque reúne lo que queremos transmitir, y en el fondo abarca un poco de lo que somos.

El Horizonte de Sucesos, está lejos de ser lo que dice el título textual: un lugar donde ocurren hechos. El título es humildemente robado de la Ciencia, área de la cual poco sé pero que me esfuerzo en entender. Y desde ese punto comienza mi blog, desde el gusto por la ciencia cotidiana, por el escepticismo crítico, la duda y el absurdo existencial. Eres uno de los míos, si te asombras con los descubrimientos de la ciencia, con los existencialistas y sus pesimismos, con las paradojas del diario vivir, y con el pensamiento crítico.

Escasea en éste blog un alma romántica e idealista, y aquello es lo que aporta quién me lee, pues a mí día tras día me queda menos fe en lo que de comprobaciones carece. Cómo nos diría Bachelet: “quién no está confirmado en ésta lista, no está muerto. Está desaparecido”, y lo desaparecido es incierto, así que no rezaré ni especularé acerca de ello. No obstante, el Horizonte de Sucesos es más fascinante que todo lo que pueda aquí estar escrito, y le pido disculpas al Universo por ocupar su nombre.

Hace mucho tiempo se descubrieron los agujeros negros. Básicamente se llaman negros, porque no se ven, uno se preguntaría entonces, ¿cómo sabes de ellos si nadie los ha visto? Y se debe a la fuerza que ejercen. No se ven porque absorben la luz, y para explicarles a humanistas como yo, los físicos dicen que si la luz ha caído en las fauces de un agujero, es porque aquel agujero posee una fuerza de gravedad tan fuerte, que la luz tiene una velocidad menor que él. Y bien, si saben algo de ciencia, sabrán que desde Einstein nada es más veloz que la velocidad de la luz. Y que de hecho, todo depende, nada puede medirse, excepto la velocidad de la luz. El tiempo que sentimos, la distancia, el espacio, todo depende de la velocidad de la luz. Hasta nuestra masa. Con ello se explica que si viajamos a la velocidad de la luz, quién lo hace envejece de otra manera, porque vive otro tiempo, diferente al nuestro. Y con ello vuelvo atrás, que el tiempo depende de otras variables, no es siempre el mismo.

" Ya dany, ¿ y qué tiene que ver esto con tu blog?" me preguntaba, y desesperada le respondí que "mucho", que esperara el final del relato. En fin, existe un límite en el que la luz aún gravita e ilumina el cosmos. Ese es el Horizonte de Sucesos. Es el limbo, el contorno entre lo desconocido y lo real. Más afuera de él, las certezas. Adentro, el agujero negro es indescriptible, pues no puede ser observado aquello que no tiene luz. Allí, es donde estoy a mis dieciocho años. Sin certezas, pero con todos los mitos de la costumbre resueltos. En el limbo de la juventud, llena de preguntas pero sin más respuestas absurdas. Y si entendieron el título, y entendieron mi modesto lugar en el espacio- tiempo, pues qué más da: Bienvenidos a mi blog.

7 comentarios:

  1. Tu prosa duele en el lugar necesario,
    No la explicación, sino como en resumen.

    De cualquier forma es un alivio.

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  2. Acá, fan de lo inefable.
    Yo quiero un corazón que pueda hablar sin hablar.

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  3. y veces vengo a escuchar buena música.

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  4. http://coyotelosbalazos.blogspot.com

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  5. Oh! Hace tiempo no me metía en tu blog :)
    Está bakan dany, y me encanta la ciencia, aunque igual falta xDD... tu cachai, un matemático al cien xD...
    Un besito

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