
Huelo a asfalto
y tu a primavera.
Mis pies están marcados de calle,
de bares,
de la sonrisa
vacía
de los idiotas.
mis manos
con el aire
nocturno
de los cigarrillos,
llenas
de libros que nadie quisiera leer
alegre.
La gente como yo
es triste
una vez al día,
a veces horas seguidas,
a veces
sólo 10 segundos
de agonía.
Huelo a asfalto
y tu a primavera.
Hay días en los que no salgo
de mi mente.
Los ojos no ven, somos
yo y cuatro paredes.
Eres tú
también,
¿lo eres?
¿te sientes aquí
asfixiado
entre las colillas de cigarro?
Por ahí debes estar querido.
El viento me trae
una carta con tu aliento
todas las noches.
Te escondo,
con el afán de elegir
cuando recordarte,
pero quién
es capaz de controlar cuando
reír,
cuando llorar,
cuando reventar de rabia
un vaso lleno de vino.
Huelo a asfalto,
y tu a primavera.
No puedo negar quién
soy,
de donde vengo.
De alguna forma
las calles me siguen,
y en los senderos
se construyen
murallas.
Inútil se me hace
querer el mar
achinando mis ojos,
si cada árbol es un mural,
y una flor
parece exigir
un macetero.
En la noche
huelo a asfalto,
y
tu,
a
la
Primavera.
me encantó este poema dany,
ResponderEliminarla verdad me identificó...
Un abrazo gigante
Gabriel
ME GUSTAAAAAAAA
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