jueves, 4 de agosto de 2011

A las 10, te consuelo.


Mis dedos se hunden en la delgadez de tu rostro.
Es como si fuera la primera vez que te tocan.
Es también como si fuera la última...
Te recorren, quizás para recordarte,
para luego dibujarte en las superficies
(esas que tocan mis manos cuando no te tengo,
cuando en el letargo del silencio
se pasean por los muros buscando tus manos.)

Qué sentido tiene mirar por las ventanas, a escondidas,
esperando enamorarse de nuevo de otro caminante.
Qué sentido tiene llorar sino la esperanza de que lo sepas,
y llores conmigo.

Mis dedos se hunden en la delgadez de tu rostro.
Es como si fuera la primera vez que te tocan
Es también como si fuera la última...
Es más íntima que un beso,
la forma con la que mi pulgar perfila tus ojos.
Estás allí, sintiendo el cosquilleo entre tus cejas.

Te quiero decir tanto. Mis manos te escriben en todas partes.

Mis manos se hunden en la delgadez de tu rostro.
A veces pienso que me amas.
A veces,
la distancia entre dos personas
aumenta cuando están más cerca.


Son las 10. Me pides que te consuele.
Es como si fuera la primera vez que te tocan,
también es como si no lo fuera.

5 comentarios:

  1. Como me gusta leerte, como tienes esa sensibilidad a flor de piel que logras captar minuciosamente aquellos detalles...
    He visto tu evolución en la poesía, y me siento feliz de estar ahí para verla.
    Te quiero

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  2. Oh gracias linda, si , es verdad pero creo que estoy en pañales huggies aun

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  3. Simplemente puedo decir: ME ENCANTA! :D


    Kc!

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